Discuten sobre democracia y contrapesos federalistas, en FIL

Corrupción tiene que ver con una profunda debilidad del Estado mexicano

México tiene una democracia sin capacidades de investigación criminal, y de llevar a la justicia a quienes más agreden a la sociedad. Estamos en una situación en la que hay un Estado profundamente débil, afirmó la fundadora y Directora General de México Evalúa, politóloga Edna Jaime, en el panel magistral “Contrapesos federalistas y controles democráticos”, durante el Encuentro Internacional de Gobierno y Sociedad Civil.
 
El panel formó parte de FIL Pensamiento, de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL 2020), y fue transmitida en la web de la feria, así como en You Tube de FIL Pensamiento.

“Transitamos de un Leviatán todo poderoso, con un mecanismo de control político desde la cúspide, que lo podía todo, a algo profundamente débil, y lo vemos en el ámbito del federalismo y la coordinación entre estados para atender problemas fundamentales. La violencia nos restrega que no tenemos manera de contenerla porque no tenemos las capacidades de Estado, y esto es una desviación de nuestra democracia”, agregó
 
En México no se supo entender la democracia como un proceso complejo de construcción de capacidades de Estado que sustituyeran el control político, y “una vez que este se debilitó nos quedó el vacío, y la gran tarea pendiente es cómo creamos capacidades de Estado”.
 
Añadió que el problema de la corrupción tiene que ver con una profunda debilidad del Estado mexicano para atenderlo. En el fondo, estamos hablando de un Estado débil, enclenque, y lo que hay como respuesta, infortunadamente, es la pretensión de que un hombre fuerte puede sustituir a la construcción de fortalezas y capacidades estatales. Si no entendemos esto estamos condenados a tender una democracia fallida, una justicia fallida, un sistema económico fallido.
 
Es de primera importancia poner en la agenda la construcción de capacidades de Estado. Porque nada puede sustituir al Estado en ciertas funciones, y el desencanto con la democracia está relacionado con un déficit de capacidades que no son atendidas.
 
El doctor en derecho José Ramón Cossío Díaz, investigador asociado del Colegio de México, miembro del Colegio Nacional y del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), con nivel 3, partió de la sociedad civil como el conjunto de la oposición tradicional Estado-sociedad.
 
Observa una falta de talante democrático de personas, organizaciones y ciudadanos que se dan cuenta que pueden ser afectados, pero no responden a lo que legítimamente pueden considerar una afectación en la forma de promover amparos, de constituir a las cámaras como interlocutores más sólidos; es decir, en este momento hay una especie de pérdida de organicidad en la propia sociedad en cuestiones que pueden afectar a unos u otros, y “no me estoy refiriendo a si son buenas, malas o si pisan o no callos”, subrayó.
 
“Hay una sociedad bastante pasiva a cuestiones que, colocándose uno en su punto de vista (y no estoy diciendo que sea necesariamente correcto), no reaccionan ante una actividad estatal que les puede ser perjudicial. Por un lado, no hay una sociedad que se apodera y ejerce sus derechos legítimos, y por el otro, hay servidores públicos que no asumen su compromiso constitucional”, declaró.
A final de cuentas, hay una sociedad que se activa poco, unos órganos del Estado que reaccionan poco pero suponen que tienen compromisos estrictamente personales, y en el medio está la posibilidad enorme de acción política que está ejerciendo el propio gobierno.
 
Hay una acción política específica que se está dando en términos de desequilibrios de poderes. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Nacional Electoral (INE) tienen presiones específicas, se han quedado sin o poco presupuesto, y han retirado a una cantidad importante de sus integrantes.
 
“Son órganos que no están funcionando, que no están bien presupuestados; se les han disminuido las atribuciones y no podemos decir que lo que está pasando es por la larga historia, la genealogía, la génesis nacional. Están pasando fenómenos muy graves en materia de equilibrio de poderes, de división de poderes, que tienen su propia lógica más allá de lo que haya ocurrido en el pasado”, dijo Cossío Díaz.
 
El maestro Jesús Silva Herzog Márquez, profesor del Tecnológico de Monterrey y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, destacó la importancia de recuperar los equilibrios, de manera que las distintas voces de la sociedad civil ocupen su espacio, y se proyecten en el ámbito de sus especialidades, intereses y proyectos.
 
Las instituciones (que no deben de ser sacralizadas, sino sometidas a juicio y crítica permanentes), tienen que cumplan con su responsabilidad de contrapesos, límites, restricciones y alarmas frente a un poder avasallante, dijo.
 
La doctora Viridiana Ríos, instructora de políticas públicas en la Harvard Summer School, dio que se tiende a confundir lo que es alternancia y lo que es democracia: “Crecimos pensando que la alternancia era el fin último de la democracia y consolidación, cuando la democracia debería de ser un gobierno que responde a los intereses de las personas”.
 
 
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara"
Guadalajara, Jalisco, 29 de noviembre de 2020

 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Cortesía FIL