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Clientelismo y política social en América Latina
• En el Seminario Internacional se expuso el tipo de política social que se necesita
para América Latina, así como el blindaje político social contra las pulsiones
clientelares y autoritarias en el contexto actual.
• Casos de estudio mostraron la relación entre el clientelismo y la política social en
América Latina.
En el panel “Clientelismo y política social en América Latina”, Amparo Menéndez-Carrión,
académica de Uruguay, recalcó la importancia del trabajo interdisciplinario para entender
lo que sucede en el campo político, así como lo relevante de la economía política y los
rasgos históricos, sociales, culturales y situacionales que corresponden al encuadre
constitutivo de la política.
A pesar de que Uruguay está considerado como una “isla democrática” en la
región latinoamericana, las prácticas clientelares surgen en ese país desde finales del
siglo XIX. El tema fundamental es “la ciudadanización de la convivencia como un
programa antídoto ante las prácticas de dominación en las que las relaciones clientelares
figuran como una dimensión central”.
Menéndez concluyó que las redes clientelares son construcciones sofisticadas
que van de la mano del acceso informal a los recursos públicos propios de redes
horizontales “élites capitalistas”, poco estudiados y sin embargo presentes. Por lo tanto,
“se requiere una autocrítica profunda acerca de las prácticas de intervención sobre la
región”.
Gonzalo Hernández Licona, de la Red de Pobrez Multidimensional de la
Universidad de Oxford, se centró en las promesas de la democracia sobre las
expectativas y resultados, lo cual explica parte del desencanto que se vive en la región.
Quien fuera durante más de una década secretario ejecutivo de CONEVAL, abordó la
relevancia de la relación entre los programas sociales focalizados para reducir la pobreza
y la política social basada en el clientelismo. Hizo hincapié en la importancia de
“garantizar el pleno ejercicio de los derecho sociales consagrados en la constitución
mexicana y propiciar las condiciones que aseguren el disfrute de los derechos sociales,
individuales y colectivos” para ir rumbo a una igualdad de oportunidades.
En el escenario mexicano, se ha puesto “énfasis excesivo en los programas
sociales y en dar cosas” a través de transferencias directas que no solucionan otras
dimensiones de la pobreza que tienen que ver con el ejercicio de derechos como la salud
o la educación pero que dan dinero en efectivo. De esta manera estamos bajo un modelo
que busca priorizar un retorno político-electoral en vez de contar con un diseño que
contrarreste la pobreza.
Anaís López del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales en
Venezuela, resaltó las dos definiciones generales de política social y profundizó en lo
que representó la política social en Venezuela durante la era chavista en un contexto
preelectoral. Abordó las promesas de vivienda, educación, salud y otros servicios que se
prometieron en dicha época y describió el contexto de la política social en la que se
desarrollaron las pronunciadas misiones. El planteamiento de la política social durante la
época chavista fue desarrollado por instituciones imposibles de fiscalizar o auditar y
fueron llevadas a cabo “como un regalo o beneficio, no como un derecho”. Añadió que
después de más de 20 años no ha habido forma de saber cuál fue el verdadero gasto
realizado en estas misiones ni tampoco el impacto.
Los desafíos a los que se enfrenta América Latina son la era de la digitalización y
la relación entre la protección social y el empleo informal expresó López.
Por su parte, Rogelio Gómez-Hermosillo de la Acción Ciudadana Frente a la
Pobreza planteó un panorama nacional mexicano para ejemplificar la carencia social y a
lo que él llamó “lucro político con la pobreza”. Hizo un recuento de las situaciones
electorales relacionadas con programas de apoyo social como la movilización a favor del
voto libre e informado que hizo desde el movimiento Alianza Cívica. También habló de la
deconstrucción que intenta realizar la 4T, de la relación de los programas sociales con el
clientelismo y de la ausencia de un enfoque de derechos que, a su parecer, está
totalmente ausente en estos programas.
Compartió que América Latina necesita como política social “un auténtico sistema
de bienestar. Un piso garantizado de acceso a servicios de salud, a servicios de cuidado;
y un ingreso vital en caso de no tener trabajo, no poder trabajar o en una emergencia”.
Mencionó como un ejemplo el modelo del IMSS que está restringido al mercado
laboral por lo que recalcó que se debe construir un “piso igualitario, porque la salud es
un derecho humano y no puede ser asimilado, como lo tenemos hoy, a una prestación
laboral”.
En este mesa participaron como moderadora Melissa Amezcua, Profesora del
Departamento de Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y
Humanidades, Universidad de Guadalajara (CUCSH-UDG). Los ponentes fueron:
Rogelio Gómez-Hermosillo, Coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza,
México; Gonzalo Hernández Licona, Director de la Red de Pobreza Multidimensional de
la Universidad de Oxford (MPPN); Amparo Menéndez-Carrión, Académica
independiente, Consultora internacional, Uruguay-Ecuador; y Anaís López, Coordinadora de proyectos del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales
(ILDIS), oficina de la Fundación Friedrich Ebert en Venezuela.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“2023, Año del fomento a la formación integral con una Red de Centros y Sistemas Multitemáticos”
Guadalajara, Jalisco, 27 de noviembre de 2023
Texto: Prensa IIRCCC
Fotografía: Prensa IIRCCC / CUCEA