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Atención a la salud en Estados Unidos y reparto de aguas transfronterizo
En la sesión del martes 2 de mayo del Foro Permanente sobre la Crisis y la Relación México-Estados Unidos, que organiza la División de Economía y Sociedad del CUCEA, la Dra. Julieta Guzmán Flores abordó el tema “Trumpcare vs. Obamacare: ciudadanos, empleadores y aseguradoras”, y la Mtra. Alma Alicia Aguirre Jiménez y el Mtro. Francisco Morán Martínez expusieron “Las aguas transfronterizas entre México y Estados Unidos: acuerdos y problemáticas”.
La Dra. Guzmán explicó en qué consiste el programa popularmente conocido como Obamacare, que en realidad se llama Patient Protection and Affordable Care Act (Ley de Protección al Paciente y Salud Asequible) y sus siglas en inglés son PPACA. Su derogación es una de las principales promesas de campaña del ahora presidente Donald Trump, pero debe ser aprobada por el Congreso estadounidense. Describió las estructuras de sistemas de salud más conocidas en occidente —Bismark (Alemania, Francia, México), Beveridge (España, Reino Unido, Italia, Dinamarca, Canadá, Australia, etc.) y el enfoque de mercado de Estados Unidos, donde los servicios de salud de la mayoría de los estadounidenses son pagados por compañías aseguradoras.
La Unión Americana es el país con mayor financiamiento de gastos de salud por medio de seguros (35 % de 2009 a 2013, frente al 3.9-4.2 % en México). Sin embargo, en 2011 alrededor de 48 millones de estadounidenses en edad productiva (18-64 años) carecían de seguro médico, 15.5 millones de ellos hispanos.
Desde que se instrumentó el Obamacare se esperaba reducir el número de personas no aseguradas a 32 millones al 2019, de 55 millones a 23 millones. El Obamacare aumenta la accesibilidad y disponibilidad de seguros privados; amplía y mejora las opciones del Medicare y el Medicaid; proporciona créditos y subsidios fiscales a personas que lo necesiten; extiende hasta 26 años la cobertura a dependientes, y disminuye gradualmente para los inscritos en el Medicare el costo de medicamentos.
Cabe destacar que de los 52.2 millones de hispanos 36% son inmigrantes y el resto nativos estadounidenses, siendo esta población la menos favorecida en cuanto a cobertura de la Ley PPACA: de los 24 millones de adultos (18 a 64 años) sin cobertura de salud al 2016, el 40% son latinos.
Abundó sobre el tema de los servicios de gastos médicos que pagan las aseguradoras y de finalización de un programa temporal que enroló a personas con condiciones médicas pre-existentes; los obstáculos que enfrenta el Obamacare, como los riesgos de cobertura continua en el pago de servicios de salud, y la cobertura inadecuada a grupos de alto riesgo.
Entre los perjuicios que causaría la derogación del Obamacare, la Dra. Guzmán puso énfasis en lo que enfrentaría la población latina: probabilidad de que el Medicaid sufra recortes presupuestales; 30 millones continuarían sin seguro; se eliminarían las multas a grandes empresas que no participen; se eliminarían los créditos fiscales a las pequeñas empresas que si participan, y las familias de bajos ingresos sufrirían pérdidas económicas. A la pregunta de si es correcto el modelo de mercado predominante en Estados Unidos y si afecta a la población migrante y no migrante, contestó que lo justifican factores sociales como el hecho de que no se considera la salud como un derecho humano; económicos, como que la salud no es considerada un producto privado sino una mercancía y que se desea mantener la hegemonía del mercado en los servicios, y en el ámbito político, la falta de organizaciones para una eficiente participación ciudadana y democrática que impide gestionar una estructura de atención a la salud que sea diferente.
Por División de Economía y Sociedad