Alumnos celebran a la muerte

El Departamento de Turismo, Recreación y Servicio presenta el Festival de la Muerte, un evento que se ha posicionado como uno de los más representativos del CUCEA al desarrollar un modelo de gestión mixto, que articula la acción cultural universitaria con la sociedad, el sector público, asociaciones independientes y otras instituciones educativas.

El festival, organizado y promovido desde hace 15 años por la Mtra. Eva Angélica Guerra Avalos, desde sus orígenes fue pensado como un escaparate para la creatividad de los estudiantes, con el objetivo de contribuir a la oferta cultural de la celebración del Día de los Muertos.

Para el XV Festival de la Muerte sobresale el ya tradicional Paseo de Catrinas y Catrines, que en un formato itinerante, este año se llevará al corazón de San Pedro Tlaquepaque, con apoyo de la Dirección de Cultura municipal, donde el 31 de octubre los universitarios harán su intervención de animación sociocultural.

En la misma sede, se presentará el performance “Alabados sean los muertos” por el Laboratorio Eskolé, que recupera cantos a las ánimas como “El Alabado” y “Jerónimo Santo”. Asimismo, las calaveras del CUCEA rondarán de nueva cuenta el malecón de Puerto Vallarta el 30 de octubre, con CUCOSTA y CBTis como invitados. Marcos Preciado y Quetzalli Orozco, alumnos de la Licenciatura en Turismo, han logrado la vinculación en ambas localidades.

En tanto que en las instalaciones del Centro Universitario, un grupo de Patrimonio Cultural montará a lo largo de esta semana el tapete floral, “En los huesos”, muestra artística creada con flores, semillas, granos y aserrín, que expresa simbólicamente el nacimiento, el crecimiento, la plenitud, la decadencia y la muerte. Además, se presentará “Vivir entre mortajas”, una muestra de danza por Alan Rosales, Eva Mojica y Mayra González, poesía de Juan Alfaro y pasarela catrina.

A lo largo de tres lustros, más de dos mil alumnos han colaborado como animadores, artistas, gestores o coordinadores de este festival que evoca la creencia del retorno anual de los difuntos y que ha cumplido con la misión de reinterpretar el imaginario colectivo funerario, contribuyendo así a la reactivación de valores propios de la mexicanidad.

La experiencia se ha vivido en centros históricos, calles, plazas, jardines, andadores, cementerios, galerías, casas de cultura y edificios patrimoniales de Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque, Puerto Vallarta y Madrid, y desde luego en la cuna del evento: el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas.

 

Texto: Departamento de Turismo, Recreación y Servicio

Foto: Annecy Tames