Una joven promesa

El boxeador Daniel Arámbula peleará en California en la categoría de peso completo con un contrincante chino, apoderado de Golden Boy

Inició en el boxeo a los 15 años y, este próximo 18 de diciembre, Daniel Arámbula Murillo disputará una pelea más como profesional, cuando enfrente al chino Taishan Dong, en California, en la que será su sexta pelea como profesional.

Como amateur boxeó durante seis años, lapso en el que disputó 50 peleas en Guadalajara. A los 21 años se convierte en profesional y su debut, a diferencia de lo que sucede normalmente, fue a seis rounds y no a cuatro, combate que ganó por nocaut.

“Sólo tengo cinco peleas profesionales: tres en Guadalajara, una en Tijuana y una en Phoenix, que es la única que he perdido por decisión”.

El gusto por el box le nació viéndolo, porque en su familia no hay deportistas. Había un gimnasio cerca de la casa de su abuela y ahí empezó a practicarlo como aficionado. Luego lo sacaron a pelear y se fueron dando las circunstancias, hasta llegar a combatir en Estados Unidos.

“Esta es la pelea más importante hasta el momento. El rival es un chino: mide 2 metros 13 centímetros. Yo mido 1:95. Él pesa 130 kilos, yo 98. Será una pelea complicada, pero no imposible. El rival es apoderado de Golden Boy, empresa de Óscar de la Hoya. Es una función en un casino en Palm Springs. Lleva puro nocaut, pero vamos a complicarle las cosas un poquito”.

Asegura que físicamente se siente bien. Vive sus últimos días de preparación, los cuales se juntaron con los exámenes de la escuela y entregas de trabajos, ya que cursa la licenciatura de Mercadotecnia en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas. Está un poco bajo de peso, pero espera aumentar antes de la pelea para no dar muchas ventajas, además de que mentalmente está convencido de lo que va a hacer y de que tiene mejor escuela que su contrincante.

Para esta joven promesa, el box tiene más proyección, sobre todo en México, donde las televisoras no cobran por ver los combates. Considera que este deporte pierde un poco de prestigio con los grandes nombres, porque se habla de que están arregladas las peleas.

“Hay una forma en que no se puede ni vender ni hacer de otra manera: si tú noqueas no hay dinero que alcance para comprar esa pelea. Hay que tener confianza en el boxeo”.

En cuanto a las metas por cumplir, las tiene bien definidas: “Mi sueño es ser campeón mundial. Soy peso completo y en México no hay mucho auge en esta categoría. Son puros pesos chicos y hay quien está escéptico conmigo, pero hay quien me alienta, porque nunca ha habido un boxeador en peso completo, y llegar a serlo me motiva”.

 

Texto: Laura Sepúlveda Velázquez

Foto: Annecy Tamés