Este año, panorama económico complicado para México

Podría haber recortes presupuestales

El año 2015 inició con inestabilidad económica para México. El panorama que se avizora no es de crisis, pero sí complicado: se esperan recortes presupuestales para la segunda mitad del año. La economía podría atravesar por un periodo de más estabilidad a partir del segundo trimestre, debido en parte a las elecciones, pero del tercero al cuarto es probable que haya presiones inflacionarias y altas tasas de interés ante la subida de sus pares en Estados Unidos, explicó Antonio Ruiz Porras, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

 

El doctor en Economía detalló que un incremento en dichas tasas significa, en otras palabras, un aumento en los pagos por concepto de tarjetas de crédito, lo que se vería reflejado en una contracción del crédito hipotecario y en general en el financiamiento que otorga la banca al sector privado.

 

El especialista explicó que en las últimas semanas se han dado movimientos en el tipo de cambio que han generado devaluación, lo que significa presiones inflacionarias en el resto de la economía. Se calculaba que al cierre de 2014 la inflación (incremento en los precios) cerraría, según cifras oficiales, en 3.5 % y lo que se estima para 2015 es 4 %. En términos prácticos, el incremento al salario (de 4.2 %) quedó pulverizado.

 

En México la tercera parte del Producto Interno Bruto (PIB) –lo que produce y consume una nación– es importado. Eso significa que al menos esa parte resiente el cambio de precios relacionados con el dólar. Además, 70 % del PIB está asociado con el comercio internacional del país, ya sea como exportador o importador. La inflación y la devaluación en ese contexto son dos fenómenos muy vinculados.

 

Si la gente no compra bienes y servicios por incremento en los precios, lo que puede esperarse es que no crezca lo suficiente el PIB. En 2014 el crecimiento del PIB fue de 2.2 %, por debajo de las expectativas. Este año se estima un crecimiento en este rubro de entre 3 y 3.5 %, una expectativa pesimista en comparación con el año anterior. Dicha caída se debe en parte a un decremento en los precios del petróleo. La cotización actual es inferior a 59 % al precio más alto de 2014, lo cual equivale a que descendió la mayor fuente de ingresos del país.

 

Ante la caída de los ingresos gubernamentales se esperan recortes presupuestales, además de un incremento en el déficit público. En 2014 este era de 3.5 %, y para este año estaba programado que la deuda pública disminuiría; pero dicho déficit podría incrementar en una proporción similar, lo que impactaría en un menor crecimiento económico a largo plazo, “ya que una deuda contraída hoy tiene que pagarse, y eso significa que ese dinero no podrá utilizarse para generar empleos, inversión o fortalecer la planta productiva del país”.

 

Los recortes en el presupuesto podrían ser para estados y municipios en las transferencias que otorga el gobierno federal, y se verían reflejados posiblemente en nuevos programas sociales, en la expansión de programas de salud y vivienda y en obra pública e infraestructura, en general.

 

Ante este panorama, Ruiz Porras recomendó a la población no endeudarse y pagar las deudas adquiridas por concepto de tarjetas de crédito, además de tener control sobre sus finanzas personales, llevando registros de sus ingresos y gastos para definir cuáles son gastos necesarios y cuáles superficiales. El gobierno, por su parte, también debe cuidar sus finanzas públicas, a fin de evitar el endeudamiento y hacer modificaciones en su reforma fiscal, ya que esta desincentiva las inversiones, además de instrumentar medidas para evitar la violencia en el país.

 

Texto: Martha Eva Loera

Fotografía: Abraham Aréchiga