Reforma Energética no es sólo petróleo

"Las políticas públicas definen en un país quiénes ganan y quiénes pierden", fue la frase que dio inicio al tercero de los foros de discusión organizados en el CUCEA, en el que los alumnos expondrían sus dudas sobre en qué les podrían beneficiar o perjudicar las llamadas reformas estructurales que propone el presidente Enrique Peña Nieto.


Mientras continuaban ingresando alumnos al Aula Amplia 5, Martín Villalobos Magaña hace énfasis en que dichas reformas no sólo afectarían la vida de los alumnos de manera inmediata, sino que incluso tendrían un alcance de 25 años.

La dinámica del Foro sobre la Reforma Energética consiste en una presentación de veinte minutos por parte de cada expositor, dando inicio con la proyección de un video donde se explica el pico del petróleo. ¿Y cómo explicar qué es el pico del petróleo de manera sencilla? La respuesta: una analogía con un Bloody Mary. Se parte de que el petróleo es extraído en forma de roca porosa y no líquida: el hielo es el petróleo, el popote que succiona la bebida son las perforaciones necesarias que se hacen en el subsuelo a fin de que el petróleo pueda ser extraído.

Cuando uno piensa en yacimiento de petróleo suele imaginar la torre que viene dibujada en las láminas o imágenes que piden en la primaria cuando el tema forma parte de una clase. Entonces, si el petróleo sale con tal presión, ¿dónde radica la problemática para su obtención? La respuesta es simple: cuando el petróleo llega a ser extraído en un 50 por ciento, la presión disminuye, y el uso de tecnología es necesario para terminar de sacarlo a la superficie.

Pero "una reforma energética no es sólo petróleo", explica Villalobos cuando el video que avizora un quiebre en las reservas petroleras para el año 2064 (al alcanzar el pico del petróleo, en otras palabras, ya no hay más petróleo) termina su reproducción. Una propuesta como la que el Ejecutivo presenta ante el Congreso debe contemplar energías sustentables provenientes de otros lados, aún y cuando en el video dice que el uso del petróleo en la vida del hombre es irremplazable, pues no se podría hacer el plástico de la bolsa donde cargas las cosas del supermercado con energía solar.

¿Y el centro de la discusión?


El centro de la discusión no es si se vende PEMEX o no, si vas a salir beneficiado en tus recibos de la luz o no. El planteamiento central es una ley que tiene vigencia desde 1960 donde está estipulado que hay apertura a la inversión extranjera, más no la venta de patrimonios de la nación. Pero "si se está acabando la producción del petróleo, ¿para qué querrían invertir los extranjeros?", se cuestiona Luis Martín del Campo, abogado encargado de la siguiente ponencia dentro del Foro. Como experto en legislación, afirma que "cuando se lanza una ley debe haber un reclamo social que justifique una reforma", y por lo pronto el reclamo de una reforma y apertura a la inversión extranjera no la han pedido los ciudadanos comunes que se verán afectados por ésta.

La anterior aseveración nos remite a un ejemplo dado por el mismo Luis Martín: los coreanos tienen libertad de importar ropa deportiva, hay una ley que lo permite. éstos mandan pedir ropa de distintas marcas, piénsese en cualquier marca deportiva que tengas en tu guardarropa. Los locatarios de San Juan de Dios la compran a los coreanos, llega la policía, hace una inspección y decomisan la mercancía; los locatarios se quedan sin mercancía pero tienen que conseguir productos para vender, por lo tanto, vuelven a comprar y los coreanos piden más a las fábricas extranjeras donde se producen.

Y así, "en una ley que se hizo para beneficio del pueblo, el único afectado es el pueblo, los extranjeros no tienen el menor problema", explica Martín del Campo. Algo parecido sucedería al abrir la inversión privada como se plantea en la Reforma Energética, dice el ponente, quien continúa con el uso de su tiempo haciendo un breve recorrido a lo largo de la historia del petróleo y su legislación, para después dar paso a la intervención de los últimos ponentes.

Con el poco tiempo que queda para dar cierre al Foro, José Antonio Campoy Rodríguez y José Antonio Domínguez González decidieron dar una breve apreciación sobre el tema. El documento de Word que estaba proyectado en la pantalla con extensión de una cuartilla donde se resumían los puntos principales de la reforma no es leído, pues los anteriores expositores ya han hablado de que la ley reglamentaria de la reforma donde se especifica cómo serían los contratos para la inversión privada no está desarrollada y lo más sobresaliente es el punto de apertura al capital extranjero.

No olvidemos las piedritas de urea de FERTIMEX

José Antonio Campoy trae a colación el tiempo que trabajó para FERTIMEX cuando la situación de dicha institución era otra. Recuerda lo sucedido con la fabricación de piedras de urea, producto que se utiliza en la alimentación de ganado. FERTIMEX decidió dejar de producirlas y se abrió espacio a la iniciativa privada para que ésta fuera la encargada de su fabricación. El costo y precio de la misma no significó ningún beneficio a la actividad ganadera, pues las ureas utilizadas tienen un costo más alto que el que tenían cuando FERTIMEX las fabricaba. El beneficio fue para las empresas privadas en la obtención de ganancias.

La excusa siempre ha sido la necesidad de inversión extranjera para tener un mayor progreso tecnológico, sin embargo, Campoy dice que instituciones como el Instituto Mexicano del Petróleo han parado la producción de conocimiento, el cual sería sustancial para la innovación; simplemente se dejó a un lado la importancia de innovar a partir de la propuesta nacional.

Al final y ante una auditorio lleno se abre un espacio de preguntas y respuestas, las conclusiones retoman lo que cada ponente ha expuesto, determinando entonces que se precisa del impulso de una inversión nacional sin permitir que transnacionales se adueñen de las ganancias obtenidas de un recurso como el petróleo porque, de ser así, después nos las veríamos difíciles como Brasil, que ya no puede con las transnacionales españolas, y así estaríamos volviendo a la época de la colonia donde nos vendieron espejitos por oro. También se enfatizó en que la Reforma Energética no es PEMEX, una reforma implica una propuesta donde se considere el uso de otro tipo de energías sustentables.

En la opinión de José Antonio Campoy Rodríguez

- ¿Quién está realmente detrás de la propuesta de Reforma Energética?


Obviamente es el sector privado más reaccionario el que la está proponiendo junto con sus abogados, y éste obedece a los intereses internacionales de las transnacionales. El Presidente obedece a los intereses privados y no a los del pueblo y gente pensante.

- ¿Cómo generar acciones que contribuyan al retroceso de este tipo de reformas?

Al menos las universidades públicas deberíamos estar haciendo una labor de informar a la gente, de crear conciencia real de que estamos entregando el petróleo que es nuestro.

- ¿Existe una vinculación entre las cúpulas de poder y las Universidades?

No existe verdaderamente, y hay ese vacío tan grande. De ahí que se den grandes protestas que están siendo apoyadas desde el sector político de la izquierda, y creo que lo único que se está generando es que en el futuro haya una confrontación política.

- Y, ¿si se propusiera un cobro real de impuestos a las transnacionales?

Ahí sí estoy de acuerdo, ahí sí habría un beneficio real porque si no luego estaríamos como los brasileños, que ya no hayan como hacerle para sacar a las empresas extranjeras que no pagan impuestos, porque además estas empresas jamás van a compartir los beneficios tecnológicos y económicos que ellas obtienen.

- ¿Para quién es el beneficio de esta Reforma Energética?

Para las transnacionales, que si ya están afuera debiéramos de dejarlas allá.

Texto: Alma Delia Sánchez

Foto: Diego Gómez