La economía del comportamiento y su multidisciplinariedad

A propósito del Nobel de Economía 2017, entregado al estadounidense Richard Thaler por su trabajo en el área de economía del comportamiento, el Dr. Rafael Salvador Espinosa Ramírez nos habla de este campo de estudio.

 

Espinosa Ramírez estudió la Licenciatura en Economía en la Universidad de Guadalajara, tiene además, entre otros estudios, una Maestría en Economía por el Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE) y un Doctorado en Economía por la Universidad de Essex en Reino Unido. Fue consultor en la Unión Europea y director del área socio-económica del Instituto Internacional de Gobernabilidad en Barcelona, España. Es investigador del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I y profesor del CUCEA.

 

¿Cómo se puede explicar brevemente la economía del comportamiento?

“Es una rama de la economía, que surge del cuestionamiento de los principios básicos del agente económico; que es racional y totalmente egoísta, y sólo piensa en su entorno cercano. La gran crítica es que los grandes psicólogos saben que esto no es verdad, de ahí surge la economía del comportamiento”.

 

¿Qué tanto ha evolucionado esa teoría? ¿Qué avance hay?

“La economía del comportamiento es muy nueva, apenas en 2002 le dieron el Nobel de Economía al psicólogo Daniel Kahneman, por un estudio sobre la velocidad de pensamiento de los individuos, para poder definir que el individuo no es racional, sino que piensa y decide en automático. El segundo premio ha sido para Richard Thaler, que tiene que ver con los empujones psicológicos. En México hay muy poco; la literatura en español es escasa. Es un área que lleva 20 o 30 años, eso en términos de economía es muy poco”.

 

¿Ya se están creando perfiles teóricos de consumidores basados en esta combinación de racionalidad y emociones como factores a la hora de tomar decisiones?

“Sí, ya hay gente, sobre todo en el área de marketing, que está trabajando sobre esas cosas y una de sus aplicaciones puede verse fácilmente cuando uno va a una tienda departamental, que está diseñada para determinados perfiles psicológicos”.

 

¿Qué es la heurística?

La heurística se entiende como el sistema rápido por el cual el hombre razona y decide; no se tiene tiempo para razonar detenidamente sobre las posibilidades. La heurística es el conjunto de experiencias, eventos y hechos o sesgos psicológicos, que ayudan a decidir sobre cosas que pueden ser tan simples como casarse o tan complejas como comprar una casa o no. Y sin ningún tipo de racionalidad; de hecho, puede haber problemas de disonancia cognitiva al momento que se toma una decisión. Y las personas se terminan convenciendo de que fue la mejor decisión aunque no lo fue, y eso genera problemas, porque al final son decisiones que tienen que hacerse muy rápido y no tienen tiempo de reflexión, sino que simplemente se dejan llevar por todo el cúmulo de experiencias emocionales, sentimientos y contextos sociales en los que se desarrollan”.

 

¿Podemos decir que los sesgos se originan en el tipo de información que los consumidores reciben y del contexto en que se da la situación?

“Los sesgos son de información, cognitivos, de status quo o de apalancamiento, y son todo un conjunto de factores que afectan tanto la forma de razonar del individuo, el proceso de aprendizaje, como también la falta de información Todo eso es muy entendible al momento que se toman decisiones, porque no se tiene la información completa, ni cierta ni simétrica, tal vez no se tiene la tranquilidad ni el sosiego de crear un proceso de reflexión y además se tienen problemas o defectos de aprendizaje, haciendo que el proceso mental sea muy limitado. Hay cinco niveles de proceso de razonamiento y difícilmente la gente llega al cinco”.

 

¿Cuál sería la aplicación de estos avances en materia de economía en las instituciones públicas? ¿Se está aplicando esta rama de estudio en la creación de políticas públicas en México?

“No, de repente da la casualidad que le atinaron, pero la verdad no. El gobierno de Obama llamó a un comité especial justamente para trabajar sobre la economía del comportamiento, y el Banco Mundial en su reporte del 2015 ya trató el tema. Pero en México no; en México a duras penas se pueden poner de acuerdo en las políticas públicas, ya tratar de meterle algo más inteligente como la economía del comportamiento no. No hay ni siquiera investigadores muy especializados en esa área como para trabajar en eso, no existe una instancia, no existe una agencia, no existe una dependencia que trabaje sobre esas cosas”.

 

¿Estamos hablando de un nuevo paradigma económico?

“Es nuevo paradigma porque es multidisciplinario, es decir, más bien encaja dentro de la tendencia multidisciplinaria de las ciencias. Así como puede estar la economía del comportamiento, también existió la teoría de juegos; por eso también luego la física interacciona con la economía, y los mercados financieros se ven muy beneficiados por esa interacción porque el concepto, por ejemplo, de entropía que existe en la macro, se trae de la física”.

 

“Entonces, conforme las ciencias se van haciendo más multidisciplinarias, empieza a haber mucha relación y mucha aplicación mutua, sobre todo cuando son ciencias sociales. La psicología y la economía son ciencias sociales, invariablemente tendrán que relacionarse”.

 

La socioeconomía también es toda un área que existe y no es muy mencionada, no tiene mucha fama, pero la sociología también interactúa con la economía. Son áreas muy poco desarrolladas, por ejemplo, últimamente estaba leyendo sobre cuestiones de economía y teología. ¡Sí existe! Hay gente trabajando sobre eso, pero son campos en los que hacen faltan muchas décadas para que se empiecen a desarrollar”.

 

Por Daniela Ruiz Velasco

Foto Francisco Vázquez