Festivales musicales como derrama económica

Si bien, la música es una actividad humana pues vamos a un concierto para experimentar infinidad de emociones y convivir con gente, también es una actividad económica porque es una industria que provoca flujo y crecimiento de economías, además de ser generadora de empleos.

Este martes se realizó la conferencia “Ideas y música: construcción de un festival musical”, en voz de Jordi Puig, director del festival “Vive Latino” y cofundador del festival “Coordenada”, quien habló del surgimiento y resurgimiento de festivales en los últimos 15 años, específicamente en Guadalajara, ciudad en la que realmente no había inmuebles para realizarlos, sino hasta hace apenas 10 años que se ha potencializado a la altura de plazas nacionales e internacionales.

En la charla que se efectuó en el Aula Amplia 3, Puig habló sobre su experiencia en la organización de festivales musicales, también hizo algunas recomendaciones y ofreció detalles sobre las implicaciones y las cosas que se deben tener presente a la hora de organizar un festival. Y sobre los beneficios económicos que producen.     

“Una cultura sólida, base para el desarrollo”. La industria de los festivales musicales son una unidad de negocio, afirma Puig, pues beneficia a otras industrias como la hotelera y la gastronómica, ya que al asistir personas de otros estados, necesitas de éstos y otros servicios. Según el cofundador del “Coordenada”, el 25 por ciento de la gente (cerca de 7,500 personas), vienen de otros estados de la República, por lo tanto este tipo de espectáculos aseguran “noches de hotel”.

Así mismo, al organizar un festival hay que “pensar mucho en las maniobras y movimientos que se hacen”, indica Jordi Puig, por ello es muy importante el recurso humano y es necesario de un equipo multidisciplinario para su ejecución. Éste debe conformarse por personas que trabajen en tres niveles: el  técnico y logístico, el operativo y el marketing.

La industria de la producción de la música “es una carrera de resistencia, no de velocidad”. Puig sugiere que para llevar a cabo un festival es necesario verlo como “un proyecto que tiene que ir de 4 a 5 años”, pues en su experiencia ha observado que las ganancias se empiezan a materializar a partir de la tercera edición. Otro punto importante es estar en busca constante de apoyo de patrocinadores y marcas.

Un festival como el “Coordenada” tiene un costo aproximado de producción de 30 millones de pesos, y para la edición 2016 se esperan alrededor de 24 mil asistentes.
 

Texto y foto: Moisés Hernández De Santiago