Una mirada al cerebro y los elementos que afectan el aprendizaje y la memoria

 

El Dr. Jaime Eduardo Calixto, del Instituto Nacional de Psiquiatría de la UNAM, visitó al CUCEA para impartir una conferencia dedicada a hablar del único órgano que tiene la capacidad de estudiarse a sí mismo: el cerebro.

 

La charla que se realizó el pasado 6 de septiembre, estuvo enfocada en explicar los factores que incrementan o disminuyen el aprendizaje y la memoria. Factores que si son tomados en cuenta, pueden servir como consejos de gran utilidad para cualquier estudiante.

 

Por ejemplo, si tenías pensado estudiar para tu examen después de haber llorado, el académico aconseja que mejor te vayas a dormir, ya que con el llanto tu cerebro se debilita y tu memoria se ve afectada en un 70 por ciento. Por lo que estudiar no serviría de mucho. Lo recomendable es que duermas -por lo menos cinco minutos- para tener una re-oxigenación que ayude a reiniciar tu cerebro. 

 

El Dr. Jaime Eduardo puntualizó que, a pesar de que se considera que el cerebro humano tiene alrededor de cien mil millones de neuronas, se debe recordar que cien mil millones no es un número infinito. Y que el número de neuronas disminuye después de haber cumplido entre 35 y 38 años de edad, etapa en la que comienza una muerte neuronal diaria que puede ir de 5 mil a 15 mil neuronas. Si a esto se le suma una mala alimentación, consumir alcohol y desvelarse de manera frecuente, la cifra asciende a 45 mil neuronas.

 

Sin embargo, no todas las estructuras neuronales tienen el mismo desgaste;

las neuronas que se afectan más son precisamente las que permiten desarrollar el aprendizaje y que se encuentran en el hipocampo: una región del cerebro que se encarga, entre otras cosas, de almacenar la memoria.

 

Además, las neuronas que sobreviven, encuentran ciertos algoritmos para tratar de repetir el proceso de las neuronas que murieron. Lo que “tarde o temprano nos cobra factura”. Resaltó que entre más estimulo se le dé al cerebro, más conexiones neuronales habrá, “por eso el hecho de leer, de estar estimulando, hace que su cerebro se mantenga más joven por mas tiempo”.

 

El experto en neurociencias compartió con los asistentes que en un proceso de enseñanza y aprendizaje, los primeros 20 minutos son lo más importantes, ya que el cerebro suele dejar de prestar atención después de 25 minutos, en especial si se trata del mismo tono de voz.

 

También habló sobre la corteza prefrontal, una zona del cerebro que permite a las personas ser capaces de planificar y tomar decisiones de manera racional, y que completa su desarrollo a los 22 años en las mujeres y a los 26 en los hombres. Aconsejó a los presentes, a no tomar decisiones importantes después de haber pasado más de alguna experiencia negativa, como haber recibido una mala noticia, sino esperar mínimo de 24 a 48 horas para que disminuya la dopamina de nuestro sistema y decidir a través de la corteza prefrontal.

 

Del mismo modo, en la conferencia se abordó el tema del estrés. El especialista en procesos neuronales señaló que entre más estrés, las personas se vuelven más olvidadizas. Detalló que una de las hormonas involucradas cuando se sufre estrés, es la cortisona. “Cortisona elevada te mata las neuronas. Estrés sostenido te mata las neuronas”, resumió. El problema no es tener estrés, sino que prolongue por más de 48 horas.

 

Si el estrés no se controla, puede afectar tanto en la memoria como en el aprendizaje, ya que las primeras neuronas que mueren con este padecimiento son las del hipocampo. Lo que tiene consecuencias no sólo personales, sino generacionales, pues las afectaciones neuronales por estrés modifican el material genético. “Lo importante es cortar este ciclo”.

 

Al término de la charla, se abrió un espacio de preguntas que generó un diálogo entre los asistentes y el ponente. La conferencia fue organizada por el Doctorado en Gestión de la Educación Superior, del CUCEA, y entre el público se contó con alumnos de licenciatura y posgrado.

 

Por Dora Solís
Fotografía: Josué Márquez