Dos ingredientes ante las remesas y su impacto

Más allá de ver la importancia que tienen las remesas como fuente de ingreso en familias jaliscienses, es pertinente abrir un espacio de análisis respecto a este tema para poder realizar políticas económicas dedicadas a superar rezagos históricos y conseguir llevar a la población de Jalisco a mejores condiciones de vida. Con estas palabras del rector José Alberto Castellanos Gutiérrez, se inauguró la conferencia “Las remesas y su impacto en las finanzas públicas del estado de Jalisco”, que se llevó a cabo el 11 de mayo en el Núcleo de Auditorios del CUCEA.
 

La conferencia, impartida por Mario Di Costanzo, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), se enfocó en el impacto que tienen las remesas en el contexto actual, destacando que Guadalajara es uno de los 20 municipios que reciben mayor parte de la cifra de remesas que llega al país, que es de 27 mil millones de dólares. 

 

Las remesas son fondos que los emigrantes envían a su país de origen, normalmente a sus familiares. Ante las nuevas políticas en materia migratoria del gobierno de Estados Unidos, Di Costanzo dijo que es fundamental reflexionar y no olvidar que detrás de las remesas hay personas; hay millones de mexicanos.

 

Di Costanzo habló de los aproximadamente 36 millones de mexicanos (directos o hasta de tercera generación), que tienen una relación financiera y una vida productiva en la unión americana, y de cómo los fondos que envían a México forman parte de la historia financiera del país. Para entender la magnitud e importancia de estas historias financieras binacionales, explicó el impacto actual que habría ante una disyuntiva, ya sea por la caída del envío de remesas o su disminución por el regreso de emigrantes al país.

 

Por lo que destacó que hay que pensar, en dado caso de su regreso, cuál sería el potencial de aplicación de los recursos que las personas que viven allá han acumulado hasta la fecha. Y hay que tener un plan B que permita un mejor aprovechamiento de estos recursos, tanto para el país como para los propios emigrantes, dueños de este capital acumulado, fruto de esfuerzo y trabajo.

 

Para alcanzar el aprovechamiento, Di Costanzo  dijo que se requieren dos ingredientes principales:

 

  1. Que como país, como gobierno, se ayude a proteger este patrimonio, teniendo en cuenta quiénes pagarían los impuestos y obligaciones fiscales, del emprendurismo que ha sido generado por mexicanos que viven allá. Así como implementar acciones que permitan que parte de las remesas que parece van a regresar al país, sean utilizadas para generar nuevas fuentes de ingreso aquí en México y no se gasten sólo en bienes.

 

  1. Estar preparados para el momento en que nuestro connacional se reintegre al país, mediante una educación financiera, que además de promover información necesaria para que el migrante pueda salvar su vida financiera en Estados Unidos, también se le instruya a reinsertarse e incrementar su vida financiera en México.

 

Para finalizar, Di Costanzo indicó que el plan B para suscitar condiciones necesarias que ayuden al reingreso de nuestros mexicanos, hay que tenerlo en mente independientemente de lo que pase; sintetizó  que “más vale estar preparados”.

 

Por Dora Solís
Fotografía: Fernanda Huizar