Presentan el libro “Violencia de género. De lo social a espacios universitarios”

Investigadores analizan las agresiones a las mujeres en los ámbitos social y universitario

El acoso sexual es el iceberg de muchas otras violencias que se están presentando en el país, y más ahora con la pandemia del coronavirus, donde la víctima vive las 24 horas, los siete días de la semana, con su agresor, afirmó la doctora María Teresa Prieto Quezada, investigadora del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA),  quien lamentó que, en algunos lugares del país, ya no hay espacios o casas de protección para las mujeres amenazadas por su pareja.
 
La académica participó en la presentación del libro Violencia de género. De lo social a espacios universitarios, editado por la Universidad de Guadalajara (UdeG) y la Red de Gestión de la Convivencia y Formación para la Ciudadanía, organismo que tiene como propósito promover la convivencia ciudadana en ambientes educativos, con ayuda de un cuerpo académico que articula acciones de formación, vinculación, producción y distribución del conocimiento para fomentar una cultura de paz en Jalisco.
 
“Espero que este libro sea el inicio de muchos más sobre el tema en América Latina para reforzar la investigación y para hacer propuestas de intervención oportunas. Hicimos este libro para prevenir a escolares, ya que tenemos que empezar a educar desde temprana edad en la convivencia, la paz y la no violencia a niñas y niños”, dijo durante la presentación a través de Zoom, y organizada por la Red de Docentes de América Latina y del Caribe (RedDolac).
 
El libro surge a partir de que en muchas universidades de México aparecieron los tendederos de la vergüenza, en los que las chicas, de manera anónima, evidenciaban por medio de notas quiénes las habían acosado y cómo. Muchas no llegaban a demandas claras por vergüenza o miedo a tener repercusiones académicas, explicó la investigadora.
 
En la parte primera del volumen se hace un estudio teórico-metodológico que recupera investigaciones trascendentes sobre acoso en las universidades, hechas por investigadoras con trayectoria en el tema de violencia de género.
 
“Para nosotros fue un detonador el asesinato de Ingrid Escamillaasesinada por su pareja sentimental, así como la desaparición y asesinato de la niña Fátima”, subrayó.
 
Prieto Quezada aclaró que no son los únicos casos, y que cimbran las muertes de mujeres. Hay molestia porque no hay una respuesta contundente ante las desapariciones, feminicidios y desapariciones forzadas o trata de personas, dijo.
 
“El patriarcado sigue teniendo el poder, y además tiene aliados dentro de las instituciones”, enfatizó Prieto Quezada, y agregó: “Muchas vedes se comete injusticia al descalificar a las mujeres y darles poca credibilidad, lo que hacen muchas autoridades”.
 
El libro aborda también las voces de las mujeres que fueron víctimas de violencia y acoso.
“Quisimos darles la voz a las que consideramos que estaban calladas. La palabra escrita fue muy importante porque, muchas veces, lo que no decían, lo podían escribir, y para hacer el libro fue fundamental que las compañeras se sintieran con la libertad de plasmar lo que sentían, dónde fueron vulneradas y cómo”, informó.
 
“Ellas tomaron la ‘palabra’ para convertir sus testimonios en testigos vivos, es decir, se vieron vivas y dejaron de naturalizar lo que no lo era. Había chicas que consideraban natural el piropo de los compañeros, aunque no les gustara; también hubo casos de jóvenes cuyos maestros les pedían pasar adelante para verles las piernas, pero algunos afirmaban que una mirada lasciva no decía nada, y se descalificaba a la alumna diciendo que no era cierto porque, cómo comprobaba que el profesor la había mirado de determinada manera”, matizó Prieto Quezada.
 
En espacios escolares hay alumnas que se han sentido acosadas pero nunca lo denunciaron porque era parte de la naturalización del supuesto “halago”.
 
El libro plasma las violencias que se están presentando y sus diferentes matices, ya que la violencia sufre una metamorfosis y cambia de posición, y así surge el ciberacoso y el grooming (engaño pederasta).
 
La maestra Tanya Elizabeth Méndez Luévano, académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), destacó que el interés por hacer el libro surgió en 2018 a partir de las denuncias hechas por chicas de preparatoria de 15 años, y posteriormente en el CUCSH.
 
“Nos vimos en la necesidad de revisar qué sucedía con las denuncias, cómo es el trayecto de cada denuncia, ya que en muchas no había seguimiento y no se les daba un término adecuado, y quedaba sin ningún castigo la persona que era denunciada, ya fuera estudiante, directivo o profesor”, declaró Méndez Luévano.
 
La investigadora tuvo una experiencia personal al decidir denunciar a un jefe. Sufrió acoso desde 2012, pero hasta 2017 decidió hacer la denuncia. “Junto con otra chica que da su testimonio, yo cuento todo el trajín que tuvimos que pasar y cómo si alguien decidía hacer una denuncia, pasaban más de seis meses y ya no ocurría nada”, contó.
 
Méndez Luévano es autora de los textos “El acoso sexual: historia y retos” y “El virus de la violencia hacia las mujeres en la pandemia”, los dos incluidos en el libro.
 
La primera parte del volumen está integrada por 12 textos escritos por distintos académicos, más la presentación del doctor Dante Jaime Haro Reyes, defensor de los Derechos Universitarios de la UdeG y el prólogo de la coautoría de la doctora Prieto Quezada y la maestra Méndez Luévano.
 
El libro está coordinado por las citadas Prieto Quezada y Méndez Luévano, además de la doctora Esperanza Bosch Fiol, académica de la Universitat de les Illes Balears, ubicada en la comunidad autónoma española de las Islas Baleares.
 
 
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“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”

Guadalajara, Jalisco, 9 de septiembre de 2020
 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Cortesía webinar UdeG