Los teléfonos inteligentes al servicio del sistema de Justicia en México

Hay un círculo vicioso: el ciudadano no denuncia porque piensa que no va a pasar nada y no pasará nada con los delincuentes si el ciudadano no denuncia. Las estadísticas lo confirman: de 100 delitos cometidos, sólo se denuncia el 20 por ciento.

Además, el miedo y el desconocimiento pueden ser factores que lleven al ciudadano a no denunciar un abuso de autoridad o actos de delincuencia. El no tener cimentada una cultura de la queja y de la denuncia crea un cultivo de arbitrariedad e inseguridad. En esta maraña judicial, la tecnología se ha convertido en un aliado.

Con un teléfono inteligente, que puede capturar fotografías y grabar audio y video, se puede combatir la impunidad, y desarrollar una cultura de la denuncia. “Las recientes reformas trajeron de la mano el uso de la tecnología al sistema de justicia en todo el país. Así que la grabación del celular o del iPad, es prueba: una manera sencilla de justificar abusos y delitos”, afirma el juez Daniel Espinoza Licón.

Durante el Taller, “Constitución en la vida cotidiana”, en el Aula Amplia 6, Espinosa Licón, juez en el Distrito VI Judicial, con sede en Ciudad Guzmán, hizo algunas sugerencias a la comunidad del CUCEA para trabajar el fortalecimiento de la cultura de la denuncia, teniendo como herramienta los aparatos inteligentes que nos ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

“Es importante llevar este tipo de temas a perfiles como los que se forman en CUCEA, ya que no es necesario ser abogado para saber qué hacer al encontrarse con un policía arbitrario, en un actuar ilegal o que vulnere los derechos humanos y la dignidad”, puntualiza.

Un buen testigo es el teléfono celular: ahora el papel es digital (la foto, el video y el audio). El implemento de la tecnología funciona como dato fiable o fehaciente de prueba que favorece a la comprobación de abusos y delitos. Así lo establece el Artículo 7º Constitucional.

“La sociedad Mexicana, como tal, tenemos un problema grave: a veces no es más deplorable el criminal o el servidor público arbitrario, sino el testigo que no denuncia, la víctima que no demanda, que tolera y permite. Y es lo que lleva a que se sigan vulnerando los derechos humanos y realizando abusos de autoridad”, afirma este juez, que con sus propios recursos económicos se fue a capacitar en juicios orales a Sudamérica, cuando todavía no se incorporaba esta figura en México. En agosto del 2015, el juez Licón presidió el primer Juicio Oral en Jalisco.

“De 100 delitos cometidos, sólo se denuncia el 20 por ciento; hay una cifra negra del 80 por ciento de delitos que no se denuncian, ¿qué es lo que sucederá?, ¿seguiremos como servidores públicos que van a seguir abusando y teniendo un actuar arbitrario?, ¿delincuentes que siguen cometiendo delitos porque no son denunciados”, advierte el juez Daniel Espinosa Licón.

El Taller, “Constitución en la vida cotidiana”, es parte del programa “A 100 años de la Constitución de 1917 de los Estados Unidos Mexicanos”, que organiza el Departamento de Ciencias Sociales y Jurídicas, del CUCEA.

 

Texto: Moisés Hernández de Santiago
Foto: Josué Márquez