La aplicación en las empresas de lo aprendido en las universidades

Las empresas esperan que el egresado de universidades llegue a aportar conocimientos, no a seguir aprendiendo. La realidad de acuerdo al punto de vista del empresario es la siguiente: 1. Conoce solamente su propia empresa 2. No está dispuesto a cambiar. Exige calidad a los demás aun cuando no ofrezca apoyo directivo. 3. Quiere que los demás hagan su propia chamba. Aun cuando paga a sus empleados, espera que sean expertos en ventas, operación, fabricación y más en las empresas pequeñas y medianas. No entiende el porqué de las especializaciones profesionales 4. Espera soluciones. Si son pronto, mejor. 5. Odia la burocracia. 6. Espera información inmediata de lo que cuestiona. 7. Cuando hace una pregunta, espera un comentario que le ayude, no una afirmación de que tiene razón. 8. Se guía frecuentemente por los comentarios de sus amigos del club que tienen negocios distintos al suyo. 9. Desea que el gobierno le resuelva todos sus problemas. 10. No le interesa la competencia internacional ni los Tratados de Libre Comercio, hasta que le afectan. 11. Cree que nadie mas es capaz de ayudarle si solamente él conoce bien su empresa. 12. No entiende las cifras estadísticas del Gobierno Federal, ni relaciona entre sí tasas de interés, tipo de cambio, inflación, y bolsas de valores. 13. Presupuesta a base de intuición, no de conocimientos profesionales. 14. Sus proyectos de inversión normalmente no consideran el valor del dinero a través del tiempo (inflación en ventas, costos, gastos y utilidades). 15. Desconoce su punto de equilibrio, las unidades que debe vender para ganar utilidades proporcionales a su inversión, y el costo-volumen-utilidad, en el que a mayor volumen de ventas baja el costo unitario del producto. Para quienes atendemos alumnos en la Universidad, y también a empresarios, descubrimos con sorpresa que quien está mal frecuentemente es el empresario, no los egresados de la profesión. Siguiendo los razonamientos anteriores, veamos la diferencia desde el punto de vista de los egresados de universidades: 1. Se les educa a conocer empresas de sectores diversos de la economía. 2. Está actualizado, y por lo tanto, no teme al cambio, lo provoca. 3. Delimita bien su campo de acción, pero está preparado para trabajar en equipo, no solo con sus colegas de profesión. 4. No da soluciones sin información base de decisión. 5. Evita la burocracia, pero hace respetar la organización y sus normas. 6. Primero crea un sistema de información. De la nada, no puede surgir nada. 7. Aun del mismo ramo, no existen dos negocios con problemática similar 8. Busca soluciones a la medida de la empresa, considerando la información gubernamental como punto de partida, no de decisión. 9. La empresa depende de su esfuerzo, no de la ayuda gubernamental. 10. Está al pendiente de efectos negativos en las empresas de Tratados de Libre Comercio y sigue cuidadosamente la competencia internacional 11. Está convencido que el trabajo multidisciplinario ofrece soluciones permanentes. El hombre-equipo difícilmente puede generar las mismas soluciones que todo un equipo de trabajo. 12. Todas sus proyecciones financieras consideran no las cifras gubernamentales, sino sus propias cifras internas. 13. Si no es fácil pronosticar, mucho menos lo es a distancia, sin dialogar con clientes, proveedores, etc. 14. Los proyectos de inversión que formula tienen la parte de elaboración y la de evaluación económica. 15. Tiene a la mano para cada uno de los productos vendidos, el mínimo que requiere vender para no perder, y para lograr la utilidad esperada. Igualmente convierte el valor futuro de los proyectos, en valor presente, para evaluar si el capital y el rendimiento son suficientes. Por: CPA. José Luis Sánchez Venegas *Profesor investigador Departamento de Finanzas