??Alto desempleo en egresados de universidades?

*Por CPA José Luis Sánchez Venegas La tendencia internacional desde hace veinte años, por lo menos, va hacia la tecnología, dada su creatividad, adaptación a necesidades empresariales, rapidez para cambios que el entorno económico requiere. De ésta forma, se ven en países europeos personas con doctorado ganando salarios mínimos, y en todo el mundo, excelentes fontaneros, pintores, electricistas, torneros, mecánicos industriales, que sin licenciatura, sin maestría ni doctorado, reciben excelentes ingresos, por ser su trabajo de alta calidad. Es frecuente encontrar que cualquier buen albañil gana en una semana lo que un profesionista en un mes. ??Qué marca la diferencia? Todos los técnicos mencionados se distinguen por ser excelentes en su trabajo, resolver problemas en poco tiempo, con cero burocracia ni tiempos de espera. Es un hecho innegable que al bajar el poder adquisitivo de la población, compre menos, obligando a fábricas y comercios a vender menos, reducir personal, o simplemente, revender productos extranjeros. Derivado de lo anterior, recordemos que se paga el salario mínimo a quien no sabe hacer nada y se ofrece a hacer de todo. El salario mínimo profesional, a quien tiene un estudio especializado como contadores, veladores, secretarias, enfermeras. Bajo la dirección de un jefe. Pero tanto un buen profesionista como un buen técnico, tienen gente que les ayude, no trabajan como empleados. Existe un perfil del triunfador, presente en todos los casos: 1. Se caracteriza por no querer nunca ser segundo. Siempre debe ser el primero. Y tiene bastante que ofrecer para lograrlo. 2. Es un inconforme y rebelde ante todo lo que le rodea. Tratando de mejorarlo, simplifica el trabajo, los sistemas, los procedimientos. Se ayuda a sí mismo, y ayuda a los demás. 3. Primero piensa como hacer mejor las cosas, y luego, empieza a trabajar. Está consciente del trabajo para el que fue contratado, revisa diariamente si está cumpliendo con lo que se comprometió, en lugar de ofrecerse a todo y descuidar lo que se supone debe hacer. 4. No teme al cambio. Lo provoca. Lo genera. Si nadie quisiera mejorar las cosas, y dejarlas como están ahora, viviríamos todavía en la edad de piedra. 5. Tiene iniciativa, que le es muy útil para tomar responsabilidades. No se espera a que alguien le resuelva el problema. Si nadie actúa, él lo hace. 6. Tiene criterio. No exagera el apegarse a la normatividad, carente bastantes veces de flexibilidad. Se atreve a tomar decisiones en ausencia de su jefe, y lo hace con éxito. 7. Se gana el empleo diariamente. No es una primadona que amenaza diario con irse, que se cree indispensable. Es consistente. Es tenaz. 8. Aprende y se actualiza. Está atento a los demás aprendiendo de todos, y se encuentra al día en su ocupación. Un alto ejecutivo invierte siempre el 30 % de sus ingresos en capacitación aunque no lo pague su empresa. 9. Está seguro de que las cosas que siempre se han hecho mal deben cambiar, pronto, ahora, ya. 10. Refleja seguridad, simpatía, confianza. Si el empleo es un problema serio ahora, más lo es para el egresado universitario que se quedó acostumbrado a presentar trabajos sin un comentario de calidad, con base, resaltando lo negativo pero siendo propositivo, sugiriendo soluciones en lugar de mencionando problemas. Que no invierte dinero en seguir capacitándose. Que culpa a la universidad, a sus maestros, a las materias que le impartieron, pero odia reconocer que jamás hizo algo por resolver los problemas. En el empleo no le aceptarán disculpas, le pedirán resultados. *Profesor investigador del Departamento de Finanzas